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Ucrania, un instante antes de Aitor Salazar

 


 Aitor Salazar retrata la Ucrania de preguerra en la sala Espazioa
JESÚS NICOLÁSMartes, 4 octubre 2022, 14:20 /Fotos de IGOR MARTIN/
El fotógrafo vitoriano rescata dos viajes que hizo al país antes de ser invadido por Rusia. «Este es el antes y espero que el después de la guerra».
Las fotos de Aitor Salazar estarán en la sala de la calle Costa Rica hasta noviembre.
«Ucrania me pareció un país cansado. Las obras nuevas no alcanzaban a tapar la destrucción y deterioro natural del antiguo régimen. Pluriempleo y precariedad. Jóvenes con ropa de marca haciendo grafiti mientras sus padres doblan turno en la fábrica. Muchas abuelas venden en torno a los mercados». Todo un mundo en 24 fotografías. Ese es el viaje a un país al borde del conflicto que propone el fotógrafo vitoriano Aitor Salazar con su exposición 'Ucrania, un instante antes', la segunda muestra individual que protagoniza en la sala Espazioa y que se inaugurará este próximo sábado en Vitoria.
Las instantáneas, fechadas en dos viajes que realizó en 2017 y 2018, retratan a una sociedad diversa en lo cultural y lo lingüístico en la que una parte quiere romper con el pasado y otra vive en su nostalgia. Con la anexión rusa de Crimea y la guerra del Donbás ya en marcha, el fotógrafo capta su recorrido por las estaciones, almacenes, mercadillos y transportes de Kiev, Leópolis y Odesa en busca de esos lugares «más concurridos», pero también de ese «extrarradio y esos lugares menos turísticos». «Este es el antes de la guerra y espero que también sea el después», desea Salazar.
En sus imágenes contrastan la opulencia y la pobreza, pero también las escenas de las nuevas construcciones frente a los fósiles de un pasado soviético plasmado en esas esculturas que ensalzan el socialismo y esos bloques de viviendas vestidos en gris hormigón. Dos realidades que conviven no sin ser a menudo conflictivas. «Odesa, por ejemplo, es un sitio muy dividido. Me llamó la atención ver tanto a chicos como chicas vestidos de militar. Entonces estaba todo más tranquilo, pero sí se respiraba un ambiente de preguerra», recrea. Aun así, insiste, «Ucrania es un país muy cómodo y de gente encantadora».
Sin ocasión de pisar el ahora peligroso Este ucraniano, reconoce, su recorrido por la parte más europea del país fue «un viaje fácil». «La primera vez fue con un amigo de San Sebastián que tenía un bar cubano en Kiev». Un asunto nada menor para su estreno en aquellas tierras. «Es más cómodo para hacer fotos», se explica Salazar que, confiesa, siempre ha tenido cierta fascinación por la Europa del Este. «He recorrido Polonia, Moldavia, Bielorrusia, Hungría... El único sitio que me falta por ir es precisamente Rusia. Mi sueño es ese viaje», compartía consciente de que tendrá que esperar para hacer ese deseo realidad.
«Me pareció muy interesante esa perspectiva de ver esas imágenes y contrastarlas con la actualidad», aprobó por su parte el director de Espazioa, José Cos, que, además, se mostró satisfecho de sumar con esta muestra un nuevo espacio expositivo. Mientras la muestra 'En tierra de nadie' del artista Adolfo Vargas Blanco continúa dentro, las fotografías de Aitor Salazar se podrán ver desde la misma cristalera de la sala, a la vista de cualquier viandante. «Queríamos romper esa barrera entre el exterior y el interior. Puede marcar la diferencia entre entrar y no entrar», aprobaba el fotógrafo.
























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